Sueño
Epistótenes no sabía qué leer.
Desde niño había sido un lector ávido. Lo que más le gustaba leer eran novelas. Con la edad y la experiencia se volvió exigente al grado de considerar soporífero lo que caía en sus manos y estuvo un tiempo sin leer.
Sus amigos, al verlo sin lectura, le recomendaron un libro de un alemán. Tanto le insistieron que hizo a un lado su regla de no leer bestsellers y se consiguió un ejemplar. Al salir de la librería abrió el libro y la primera frase lo atrapó como una planta a una mosca. Era una novela intimista y contaba la historia de un individuo genial y monstruoso de una época en la que no escasearon ni los monstruos ni los genios.
Hacía mucho que Epistótenes no leía una prosa tan contundente. Se entusiasmó con el personaje principal, al grado de que no quería dejar la lectura y se encaminó a su casa con la nariz enterrada en su nuevo libro.
La gente, al verlo venir, lo esquivaba. Epistótenes no se daba cuenta. Apenas notó las escaleras y el torniquete por los que pasó para llegar al andén del metro. Su atención era para la historia de un individuo con un olfato tan prodigioso como retorcido era su refinamiento.
Tan inmerso estaba en la trama que no oyó los gritos inútiles de los demás hasta que dejó de sentir el suelo bajo sus pies y cayó a las vías del metro.
Epistótenes alcanzó a ver, con la lucidez que brinda el horror, al convoy del metro antes de que lo atropellara.
No muy lejos, en otra hendidura de la realidad, Jean Baptiste Grenouille despertó sobresaltado.
- Soñé que me atacaba una bestia anaranjada. ¡Qué sueño tan raro! – pensó antes de sumergirse en su orgía perfumística.
Autor: controlzape
http://librepensar.blogspot.com
21 comentarios:
Quise ser desgraciada con tu texto, pero me gustó. Joder. Aunque la metáfora de la planta que come la mosca no me convence (¿carnívoras quizás? Debiste acotarlo).
Pero esta frase, démet, me atrapó:
"Epistótenes alcanzó a ver, con la lucidez que brinda el horror, al convoy del metro antes de que lo atropellara."
Aunque yo que tú hubiera usado un libro menos manido. O choteado. Pero bah: la ideal del best-seller.
B U E N Í S I M O
No tengo un solo pero que ponerle a tu texto. Yo te pongo diez.
Me gustó sobre todo Soñé que me atacaba una bestia anaranjada.
Me hiciste imaginarme cómo se ve uno con la nariz metida entre las pastas de un libro, y ahora entiendo por qué... bueno, me estoy proyectando, mejor le dejo hasta ahí.
Joooo, muy chido tu texto. Me latió. Hay una palabra que no me cuadra al momento de hacer la imagen mental del relato: 'atropellara'. ¿Un sinónimo tal vez? Arrollar, embestir... No sé, es un simple capricho de un lector.
Saludos y felicidades.
[el_roulo]
Definitivamente, muy bueno. ¿Caminar con la nariz enterrada en un libro? Been there, done that, aunque nunca al grado de ser arrollado (sí, yo también hubiera preferido "arrollar" en lugar de "atropellar").
Creo que si podría morir por releer el perfume.
Excelente texto.
Este es el ejemplo claro de que una anécdota, en apariencia simple, se puede convertir en una gran historia que deja cierta perturbación en el lector.
Buen trabajo.
Saludos.
Muy bueno, pude imaginar perfectamente la escena y el desenlace es excelente. Yo de plano no le pongo peros
Me gusto, me gusto. Empezo muy normal, pero el final amarro, sobre todo la experiencia extra-tempo-corporal, sobre todo viniendo de ti, jajaja.
¿Leer caminando? Bah; leer manejando. Superen eso novatos.
Huevos, está chida la relación de los dos personajes. Como de costumbre, muy bueno.
Muy chingón.
Igual, retomas la idea (de alguna forma), que todos los involucrados con Jean Baptiste sufren un destino fatídico.
Muy bien, muy bien.
Muy chingón, que más se puede decir.
Este relato es un ejemplo de cómo un texto bueno puede volverse significativamente mejor cuando se le sabe colocar un buen cierre; broche que a veces puede ser insólito, pesimista, demoledor, tierno, etc... y en tu caso me pareció espectacular.
La conexión que acusas entre Epistótenes, Jean Baptiste, el libro como medio y la tragedia, es aún mas valiosa al decidirte a tomar un elemento de la epicultura literaria bastante conocido y explotarlo en beneficio de tu personaje de manera que se apetezca con credibilidad. Muy buen final Controlzape.
Y dándole razón al mismo comentario de otros aquí presentes, un vagón de metro no puede "atropellar" ni tampoco "arrollar". "Embestir" es una buena opción, también "Impactar" o simplemente "pasarle encima" -no "por encima" que ahí esta la diferencia- también hubiera servido. Pero vamos, no seamos tan mamones, ni que fuéramos dinosaurios de la Real Academia. Aprendamos un poco de la IFINITISIMA humildad del Huevo digo Luis.
Por cierto, ¿leer manejando? JA. Estudiar manejando a 110km p/h en Periférico a las ocho de la mañana mientras te escribes un acordeón en ambos brazos para un examen de Teoría Epistemontológica del ********* en la UNAM y discutes con tu padre por el celular.
Ahí cuando quieras subimos la apuesta Huevo.
Leon, acabas de perder toda credibilidad; ¿110 kilometros en el periferico? Te sobro un 1.
Nomas porque soy bien humilde ya no te digo mas.
Buenísimo, el final se lleva las palmas, me cae.
Creo que el texto elegido es ideal. Bestseller, si, pero hipnótico.
me gusto mucho =D
cochina lectura hipnotica!!!
naa.. mentira jeje
Muy buen texto.
Al principio llegas fácilmente a saber cuál es, y luego te lo dice y te lo vuelve a decir.
La sutileza no era la idea, pero en fin.
Saludos.
Buen texto, eso de la nariz enterrada medio cliche.Pero bueno, muy bueno.
D - E - L - I - C - I - O - S - O.
Otra vez las vidas paralelas de los personajes, onírico totalmente, y soy fan. Solo tengo un pero, si, si, quiero ganarme mi fama de bruja a pulso. Texto en un solo bloque, sinceramente estoy medio ciega y me cuesta mis dos enormes chichis leer así.
Fuera de eso, como ya lo había dicho DELICIOSO.
Me gustó el nombre de Epistótenes pero más me gustó la historia.
Una razón más para no leer antes de subir al metro.
Me gusta mucho.
Me identifico contigo en la parte de no encontrar la manera de terminar escribiendo la idea original que tenemos, pero lo chido de eso, creo, es la espontaneidad que surge de ello: tienes una idea que al final no se concreta, per e el camin descubriste otras cosa que funciona y es linda.
De mis favoritos...
De sólo recordar ese libro me hizo apreciar mejor el texto, el cual lo releí para degustarlo más detenidamente.
Muy, muy bueno :-)
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