Encuentros (forzados)
El minutero corría lentamente, Doña Margarita no podía pujar más, las fuerzas se le acababan junto con la poca lucidez que le quedaba. Empezaba a coronar cuando Margarita no pudo contenerse, Melquíades llegó al mundo en el mismo momento en que su madre murió.
Tendría ocho años el día que se topo con él. Se había colado al desván y como niño en confitería se sorprendía y anhelaba todo aquello en esa habitación. Un resplandor detrás del espejo llamó su atención. Era un libro gordo, de pastas color crema y letras doradas, tenía una dedicatoria en la parte inferior de la segunda página: “Libélula sé que lo lograrás”
Día tras día leía el libro, meditabundo intentaba descubrir cual era aquella misión que se le había designado. Sin despegarse del “Milagroso”, como a él le gustaba llamarlo, Melquíades creció hasta convertirse en un hombre. “Nada te detendría si no fuera por ese libro, esa maldita costumbre de leer, en vez de producir” le decía su padre. Don Marcial no entendía, jamás entendió a Margarita y ahora Melquíades era presa de sus ataques. Sabía que su hijo tenía un don, sin embargo no estaba dispuesto a aceptarlo.
La caravana se detuvo en medio del camino. Melquíades bajó lentamente permaneciendo inmóvil ante los inermes rostros de quienes lo miraban. Sacó un pañuelo desgastado, limpió la mano de una niña que se encontraba cerca, mientras decía: “Este es el antiguo arte de
Separado del grupo tomó la mano de la niña, no lo podía creer, las líneas de esa pequeña mano le revelaban lo que el libro nunca logró. Margarita estaba ahí, sonriéndole, orgullosa de que Melquíades enterrará los prejuicios familiares y se entregara a su verdadera vocación.
Ana.
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9 comentarios:
El cuento esta interesante. Melquiades es referencia de García Márquez, supongo. Muy buen personaje el que construiste.
Si me gustó.
A mí también me gustó. Intuí que la madre tendría alguna relación con el libro y su encuentro con Melquiades aunque no estaba segura hasta que lo confirmas al final.
Un texto preciso, ni más ni menos.
excelente
Me perdí un poco y volví a leer, creo que es porque ya tengo sueño, pero sí me gustó después de todo.
Me gustó el elemento cíclico, el reencuentro con la madre.
Muy bien escrito. Claro y fluido. Creo que las palabras encajan muy bien.
El personaje me remitió de inmediato a "100 años de soledad" ¿fue intencional?
Saludos
Muy bien, me gusto.
Saludos.
Uno de los textos mejor construídos y que menos comentarios tiene.
Creo que sólo para decir que es excelente vale la pena pasar por aquí.
Saludos!!
Un solo detallito, al principio del segundo párrafo cambiaría él por eso. Para que no distraiga de más.
La primera vez que lo leí no lo comprendí muy bien.
Y ahora entendí por qué y es que me parece un poco brusco el brinco entre "Sabía que su hijo tenía un don, sin embargo no estaba dispuesto a aceptarlo" y "La caravana se detuvo en medio del camino".
Fuera de eso, me gustó el relato.
Bien hecho Ana, yo creo que quedó todo en su lugar, creas la idea de algo sobrenatural al inicio para dejarlo en suspenso durante todo el cuento. De los mejores.
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