jueves, 8 de noviembre de 2007

Tan fácil - El Monares

Tan fácil

Una extraña sensación la recorría, hacía apenas unas horas había matado a la pareja traidora, la sensación era una mezcla singular, alegría, pena, alivio, coraje, tristeza. Hacía ya varias semanas sospechaba la engañaban, al confirmarlo las lágrimas inundaron las negras horas nocturnas. Mientras lloraba, analizaba cada detalle, buscaba respuestas, necesitaba algún culpable para descargar la ira acumulada.

Al final, matar había resultado tan fácil.

Estaban abrazados tomando la siesta, la carne desnuda, las caras satisfechas, incrementaron la furia, la indignación. Para empezar atacó a Walter, una herida profunda bastó para matarle, Mónica una muñequita plástica, nada podía hacer, incrédula miraba a Karla apuñalarla frenéticamente. Así era castigada la traición. Salió a la calle, dejando atrás toda la angustia, satisfecha al haber logrado vengarse.

Clásica mexicana, católica, fanática, sabía la condena para la falta cometida, las llamas infernales la esperaban para castigarla eternamente. Acudió a confesarse, quizás así lograría acortar la condena. Salió a la calle, caminó hasta llegar a la edificación más alta.

Mientras subía la escalera, buscaba arrepentirse para evitar la hoguera infernal. Buscaba alguna razón para hacerlo, nada encontraba.

La brisa matutina llevaba las fragancias mundanas hasta Karla, ella creaba imágenes al azar para cada una, las margaritas, azucenas, desayunos calientes, pan horneado, café, atole, una estampa hermosa, para una ciudad cualquiera.

Caminó hasta la esquina para observar completa la ciudad, alcanzaba a mirar la catedral, escuchaba repicar alegres las campanas, la ciudad aparentaba calma, a causa de las vacaciones, aún así las calles estaban atestadas, las personas caminando rápidamente para llegar a realizar las labores diarias, apresuradas para llegar a ninguna parte, parecían pequeñas hormigas desordenadas intentando escapar.

Inhaló profundamente, mientras caminaba hasta la parte más alta, lanzo una última mirada al paisaje mientras entonaba una canción aprendida años atrás. “Matar era tan fácil” pensaba mientras saltó.

Autor: El Monares

8 comentarios:

Raúl Jiménez Jiménez dijo...

Matar es tan fácil. El Monares hace creer que dar predominio a la letra A en un texto también es muy fácil. ¿Será? Como que no lo creo...

Buen texto. Malo que las mujeres engañadas empiecen en verdad a practicarlo.

Saludos.

Fer Lozano dijo...

Mmmm... el relato cumple pero lo que me incomodó un poco fue el mal uso de las comas y los puntos. Como que necesita una pulidita la redacción.

Por lo demás es bueno y te felicito por lograr el cometido.

Saludos!

piancol.blogspot.com
poetasrotos.blogspot.com

arboltsef dijo...

Cuantos suicidios.

Está muy bien logrado el ejercicio con A. Muy muy bien.

Damián de Victoria dijo...

Cumple. No me gustó tanto, me pareció un telegrama de 300 palabras.

Cazador de Tatuajes dijo...

No noté la ausencia, esta bien logrado. También de los mejores.

Lu García dijo...

No hay ausencia cazador, hay dominio de a.

Me asustó lo cercano de tu texto y el mío.
Hasta en la letra.

Pero me gustó.

Iosephus dijo...

Excelente, muy bien logrado. No satura en lo más mínimo el uso de la "A" en todas las palabras. Es de mis favoritos en este ejercicio.

El Mulder dijo...

Lograste bien el ejercicio pero el texto no me transmitió nada.